Grinda, a solo una hora del ajetreo de Estocolmo, es una isla perfecta para aquellos que desean desconectar durante un momento. La naturaleza es típica de esta parte del archipiélago. Toda la isla constituye una reserva natural propiedad de la Fundación del Archipiélago.
Qué hacer en la isla de Grinda
Puedes ir a Grinda para disfrutar de un baño, ya sea junto a las rocas o en sus playas de arena ideales para los más pequeños. En el granero se puede saludar a los amigos cuadrúpedos de la isla, que pastan también por toda ella. Grinda cuenta con dos miradores y varios senderos estupendos.
También puedes participar en la amplia oferta de actividades que propone Grinda Wärdshus. Hallarás aquí, entre otros, kayaks, barcas y canchas de voleibol y petanca. La isla dispone igualmente de zona de casitas de campo, cámping, albergue juvenil, tienda rural, sauna flotante, quiosco de helados y dos restaurantes.